Como nuestros principios futbolísticos se basan en defender en campo contrario, enlazaremos la organización defensiva cuando perdemos la pelota, con el ataque que puede producir la recuperación inmediata de la misma. Defender en campo contrario implica varias cosas, la primera de ellas es fraccionar el juego de ataque rival a través de no disociar nuestro juego impidiendo tanto su ataque inmediato como que pueda conseguir ventajas para desarrollar su futuro intento de obtener gol, no desdeñando el retardo de su ataque si la presión en campo contrario no consiguió su propósito, provocar que el máximo número de jugadores posibles nuestros estén en las proximidades de la pelota, tanto cuando poseemos el balón como cuando es el caso no lo poseamos, puesto que podremos reconstruir con más facilidad el esqueleto del equipo defendiendo agrupados donde se perdió la pelota, para ello no se requieren especialistas como se estila en muchos entrenadores del futbol actual, se necesita que los jugadores estén predispuestos al cambio de rol, sobre todo para conseguir que se evite sobrepasar la presión adelantada que realizaremos en nuestro primer movimiento defensivo (ojo a los espacios cercanos al eje longitudinal).
Si logramos ejecutar
bien esta presión en campo contrario, que conllevara robar la pelota en
aproximadamente 5 o 6 segundos, conseguiremos robar la pelota en posiciones muy
adelantadas con el aderezo de tener al rival a nuestra merced y mal
posicionado, con lo que habremos conseguido buenas condiciones ofensivas para
llegar al gol, mientras que en el peor de los casos, el equipo adversario se habrá
desprendido rápidamente de la pelota buscando una salida en largo hacia sus
delanteros para saltarse el bloque de presión adelantada que le planteamos, la
cual será en posiciones poco ventajosas para que el ataque progrese puesto que estará
en inferioridad el delantero al que busquen, teniendo además la dificultad
añadida de que al jugar en planos distintos como propusimos en el post anterior
desarrollando en este caso la posición defensiva, tendrá aun menos opciones de
poder llegar a la pelota.
En cambio si no se consigue defender bien, cuando
recuperemos la pelota tendremos más metros para recorrer, sazonada esta situación
con el hecho de que el rival cuando pierda el cuero estará mejor posicionado
con lo que podrá trabar con más facilidad nuestro intento ofensivo, a lo cual
hemos de añadir un mayor esfuerzo a la hora tanto de realizar el balance
defensivo como a la hora de realizar la presión, en este caso desde el punto
donde consigamos frenar la ofensiva rival, eso si antes esta ofensiva del
oponente habrá sido llevada hacia terrenos neutros desde donde podamos
recomponernos primero y acometer la presión después para poder recuperar la
pelota y/o hacer retroceder al rival. Como han visto realizar buenos ataques y ventajosos, implica una mejor defensa asi como sobretodo la inteligencia de los jugadores para asumir distintas tareas a las propias y sobre todo la concienciacion de los mismos para llevarla a cabo porque sino no podrian disponer de opciones de ataque que es al fin y al cabo lo que gusta a todos, crear juego.