Parece mentira que una selección con una historia tan rica
como la argentina este como esta, regalando prestigio a espuertas con derrotas
tan absurdas como vergonzantes, valga como ejemplo aquel 6-1 en La Paz ante Bolivia o el 1-0 ante
Venezuela, no tanto aquí por el resultado sino por las maneras en que este se
produjo. Parece mentira que una selección y un país que ha producido (y
produce) talentos como Messi,Gonzalo Higuain, Passarella, René Houseman,
Kempes, Matildo Fillol, Néstor Rossi, Daniel Bertoni, Bochini …, haya llegado a
este punto que mas que ser lo que es, una selección puntera en el mundo del
futbol parece un condenado a arder en la hoguera, a mi parecer de las vanidades,
porque su presidente Julio Humberto
Grondona me recuerda a Sherman McCoy aquel bróker de la película de Brian de
Palma, que se creía el “amo del universo” al tener todo, una gran selección
campeona del mundo en 1986, un jugador como Maradona que era un banderín de
enganche, así como una gran cuota de poder que le pudo llevar incluso a la
presidencia de la FIFA, pero que o bien debido a “accidentes” o bien debido a
malas decisiones, poco a poco ha ido cayendo en picado de la posición dominante
que disponía tanto en lo deportivo como en imagen, el poder lo sigue
conservando pero la erosión a la que se ha visto sometido el máximo mandatario
de AFA en los últimos tiempos es terrible.
Porque en Argentina se ha llegado a esta situación, en la
que incluso se plantea en algunos foros la posibilidad de no ser una potencia?
En mi opinión no es una cosa únicamente, es un cumulo de circunstancias, las
que han llevado la situación hasta ese punto.
Dentro de esta suma de causas pondría en valor dentro de la parte deportiva
por ejemplo la deficiente formación de los jugadores que en algunos casos se ve
agravada por sus rápidas salidas al exterior a lugares desconocidos lejos del
futbol competitivo, River Plate es un
evidente ejemplo de lo que expongo, paso en 2001 de tener una cantera muy rica
al mando de Delem y ser un club ganador a están en la segunda división
argentina, con una cantera destrozada y en algunos casos expoliada por sus
propios dirigentes que además no produce jugadores con la jerarquía que siempre
tuvieron, lo que se traduce en un descenso importante en la calidad de los
componentes de los distintos seleccionados. La errónea elección de técnicos
tanto en el combinado absoluto como en las categorías inferiores, que Sergio
Batista o Walter Perazzo hayan trabajado en la AFA como responsables de
distintos combinados nacionales no habla bien de la capacitación del entrenador
argentino así como del responsable de las elecciones, las cuales son realizadas
de forma inconexa con la idea a plasmar en el proyecto. La insistencia en los
mismos nombres de jugadores, dejando de lado a jugadores que podrían dar un
rendimiento valioso al conjunto, en beneficio del jugador de moda o del jugador
que solicite la gente o los medios de comunicación, personalmente no entiendo
la insistencia en Demichelis o Ever Banega, por ejemplo. En la última causa a
resaltar apuntare a los clubes, los cuales priorizan tanto los resultados sobre
las ideas, que para obtenerlos usan discursos populistas donde recuperan a
jugadores por el rendimiento dado antes de su ida del club, y que con la excusa
del rendimiento inmediato lo que hacen es tapar la proyección de los canteranos
de los clubes en el mejor de los casos, en el peor hay que agregarle a esto un
bajo rendimiento a cambio de un alto salario, con lo que el retorno es una
ruina para el club.
Dentro del aspecto no futbolístico hay muchísimas cosas,
pero se pueden resumir en una sola, que es la ausencia total y absoluta de
principios para llevar los designios de la selección, se socializo la camiseta
nacional haciendo selecciones del ámbito local e incluso sub-25 con la excusa
de que había que controlar al mayor número de jugadores posibles, cuando en
realidad lo que se ha conseguido es restar energías del trabajo principal que
es conducir a la selección absoluta a la gloria en competiciones oficiales, así
como fomentar debates absurdos sobre jugadores que no disponen del nivel
necesario para ser jugadores del combinado nacional, entre otras cosas por el
hecho de jugar en un campeonato de un nivel de calidad decreciente, tanto en el
aspecto colectivo como en el individual. La perdida de exigencia competitiva,
desde fuera da la impresión de que no pasa nada si se pierde de manera no
honrosa, que basta con ir a jugar y que si se gana bien y si no también, es más
me recibirá la gente alentándome haga lo que haga (jamás entenderé el
recibimiento tras la caída en Sudáfrica, nadie se merece el insulto pero la
indiferencia estaba más que justificada). Resaltare también los dislates económicos
ocasionados por las distintas dirigencias con la anuencia de AFA, las cuales
para intentar paliar sus erróneas decisiones, traspasan todo lo traspasable,
alterando la formación de los jugadores que devoran etapas a mayor velocidad de
la debida.
Como hecho final remarcare que Argentina tiene potencial
para retornar a su lugar, pero para acometer esta venida a la mesa de los
combinados importantes, debe dejar de lado el “Todo Pasa”, todo no pasa, las
cosas quedan, y la toma de atajos indiscriminada que ha decidido la dirigencia
de AFA le ha llevado a este lugar, a este oprobio inmerecido para una selección
con tan rico historial y que merece mucho respeto. Se han de tomar decisiones,
a todos los niveles, algunas duras e impopulares, pero necesarias por el bien común.
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